25 Jul Vaginismo
En los últimos años hemos asistido a un gran aumento de las consultas por parte de mujeres acerca su sexualidad. La reivindicación de una sexualidad plena y propia diferente a la masculina y la mejora del autoconocimiento son factores que han contribuido a que muchas mujeres se animen a trabajar sus miedos e inseguridades en el tema sexual.
Una de las disfunciones más frecuentes es el vaginismo. Es decir, la contracción involuntaria de los músculos que rodean la entrada vaginal, provocando intenso dolor al intentar tener relaciones sexuales. Consecuentemente a esto aparece una evitación del coito, siendo algunas de las mujeres orgásmicas bajo estimulación de clítoris.
Las mujeres que tienen este problema sufren de inseguridad, humillación y frustración. Es más, normalmente se tarda en pedir ayuda porque la mujer se encuentra en el dilema de solucionar el problema y al mismo tiempo el miedo a una posible curación y el cómo serán las técnicas para solucionar su problema.
No es sorprendente encontrarnos en las consultas con mujeres que han tomado la decisión de restringir de un modo casi completo la actividad sexual con su pareja. El pensar en el dolor y anticipar lo que puede pasar les activa un mecanismo de evitación que les lleva finalmente a renunciar a una vida sexual satisfactoria.
Es por eso que los psicólogos vemos la necesidad de recalcar la importancia de trabajar los problemas cuanto antes, y de valorar mucho la importancia que tiene una sexualidad plena.
El tratamiento del vaginismo tiene una alta tasa de éxito, y se basa en tres puntos importantes: extinguir la respuesta muscular involuntaria, cuestionar las creencias irracionales y trabajar la respuesta de evitación.
Durante el tratamiento se considera primordial trabajar con las falsas creencias que rodean a la sexualidad femenina. Como hemos señalado al principio de este artículo, la sexualidad masculina es diferente a la femenina y por tanto tiene sus características propias y una respuesta a la estimulación sexual propia.
Favorecer el autoconocimiento en la mujer, así como la corrección de muchos mitos sexuales facilitará el éxito de la terapia y garantizará que la mujer disfrute de su sexualidad de una manera plena.