¿Es lo mismo el estrés que la ansiedad?
En el día a día hablamos de estrés y ansiedad muchas veces como si fueran lo mismo para referirnos a estados de tensión física y/o mental. Ambas experiencias son comunes a todas las personas en momentos de nuestra vida, pero hay algunas circunstancias en las que conviene ponerles atención. Vamos a diferenciar entre el estrés y la ansiedad, así como a identificar las situaciones en las que está indicada la terapia psicológica.
Estrés: una reacción natural ante situaciones demandantes
El estrés es una respuesta de nuestro organismo cuando se percibe una situación como desafiante o amenazante. Sus causas son variadas, desde el exceso de trabajo, los conflictos personales, los cambios vitales hasta cualquier evento que requiera una adaptación. En sí mismo no es un problema salvo que sintamos que no estamos en condiciones de afrontarlo y aparezca el malestar u otros síntomas.
Cuando el estrés afecta al bienestar puede manifestarse con los siguientes síntomas:
Hay que tener en cuenta que un nivel de estrés es parte natural de la vida y, en niveles moderados, puede ayudarnos a activarnos en determinadas situaciones. Sin embargo, si ese grado de estrés se mantiene en el tiempo o afecta a la calidad de vida, conviene prestarle atención para prevenir consecuencias en la salud física y mental.
Ansiedad: cuando la preocupación se vuelve incontrolable
La ansiedad se diferencia del estrés en varios aspectos. Mientras que el estrés suele estar ligado a una causa concreta y desaparece cuando la situación se resuelve, la ansiedad no siempre tiene un desencadenante claro y puede mantenerse en el tiempo sin una razón evidente. Es la reacción que sentimos ante un posible peligro o amenaza y consiste en un conjunto de repuestas corporales y cambios en nuestra conducta y manera de percibir las cosas.
Estas reacciones de ansiedad adaptativa son necesarias para el individuo, nos salvan de problemas y nos permiten afrontar dificultades. El problema surge cuando estas respuestas aparecen ante situaciones aparentemente cotidianas que nos sobrepasan y nos vemos incapaces de tomar nuestras propias decisiones.
Aprender pues a diferenciar la ansiedad adaptativa y esperable dada la situación, de la ansiedad que nos paraliza y nos impide llevar una vida normal es muy importante, ya que este es el primer paso para establecer la necesidad o no de comenzar una terapia psicológica.
Para analizar un posible problema de ansiedad es importante conocer cuáles son las situaciones que nos agobian, qué es lo que sentimos y pensamos. Esta información es de vital importancia a la hora de planificar la estructura del tratamiento y para entender cómo se ha llegado a esta situación y sobre todo qué factores lo están manteniendo.
Como síntomas principales de ansiedad es importante destacar como principales los siguientes:
Preocupación constante o excesiva.
Sensación de inquietud constante
Dificultad para tomar decisiones
Síntomas físicos frecuentes: palpitaciones, sensación de opresión en el pecho, dificultades para respirar o sensación de ahogo, sudoración, temblores o mareos.
Esfuerzos para concentrarse o mantener la atención.
Evitación de situaciones que puedan generar malestar.
Problemas de sueño, como insomnio o despertares frecuentes.
Entre los diferentes problemas que tienen como protagonista la ansiedad tenemos:
Ansiedad generalizada: Preocupación constante y excesiva en muchas y variadas situaciones y actividades, acompañada de tensión y dificultad para relajarse.
Crisis de ansiedad o pánico: episodios súbitos de miedo intenso sin motivo, que se llaman crisis de angustia (ataques de pánico) y se acompañan de síntomas físicos como taquicardia, sensación de ahogo o mareos.
Ansiedad social: Es el miedo intenso y persistente a situaciones sociales o de interacción con otras personas por temor a ser juzgado o hacer el ridículo, lo que puede llevar a evitarlas.
Fobias específicas: miedo irracional y desproporcionado ante la exposición a determinadas situaciones u objetos (como volar, ciertos animales, sangre, alturas o espacios cerrados).
Ansiedad por la salud: Preocupación excesiva por la posibilidad de tener una enfermedad grave, interpretando síntomas corporales de manera alarmante.
Pensamientos obsesivos y compulsiones: Pensamientos recurrentes de carácter ansioso que se viven como intrusivos y amenazantes, que pueden llevar a realizar determinadas acciones físicas o mentales repetitivas.
En el Gabinete de Psicología CAPS Vigo somos psicólogas especialistas en ansiedad y estrés, ofreciendo terapias basadas en la evidencia y adaptadas a cada persona. Si sientes que la situación te sobrepasa, consúltanos sin compromiso sobre cómo podemos ayudarte.
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