Educación emocional en niños y adolescente: pautas

 

El manejo de las emociones es fundamental para el desarrollo del individuo. Cuántos de nosotros no hemos tenido problemas para expresar lo que sentimos, para manejar nuestra ira y para sobrellevar nuestros fracasos tanto personales como académicos. Quizá si nos hubieran enseñado a manejar y expresar nuestras emociones nos habríamos ahorrado un montón de dificultades a la hora de enfrentarnos a la sociedad. Es por ello que nuestro Centro aboga por la educación en emociones como método de prevención, creemos que es fundamental enseñar a nuestros pequeños y adolescentes a superar un momento de frustración, un enfado con un amigo, una discusión en casa o un fracaso académico.

Hay que dotarles de herramientas para canalizar sus emociones. Está demostrado que educar en emociones tiene un efecto positivo en el rendimiento académico, las relaciones sociales y la disminución de la agresión. Muchos padres y profesores se ven sin herramientas cuando sus hijos e hijas se alteran y no atienden a razones. Les preocupa que no tengan apenas amigos o que sean víctimas de acoso escolar. Si os digo que penséis una situación de vuestra vida diaria con vuestros hijos en la que resulta difícil manejar sus reacciones, seguro que os vienen a la mente más de una y más de dos.

Intentando ayudaros a manejar estas situaciones, os detallamos a continuación algunas de las pautas que podéis utilizar para enseñarle a canalizar sus emociones de otra manera.

-Para que se acostumbre a expresar lo que siente, preséntate como modelo, dile cuáles son tus sentimientos sin que nadie te lo pregunte.

-Enséñale estrategias de comunicación, a escuchar activamente.

-Para manejar situaciones de ira ayúdale a darse cuenta. Es importante mostrar otros caminos, por ejemplo propón enfriar su enfado, contando hasta 10.

-Es muy bueno y recomendable también que canalicen la rabia a través del deporte pero sobre todas las cosas que expliquen qué es lo que les enfada, qué ha pasado y que exterioricen sus sentimientos.

Con los adolescentes la situación es un poco más complicada. La propia etapa por la que pasan les hace volverse más introvertidos y menos participativos en las actividades que se hacen en casa.

Nuestros hijos e hijas salen al mundo y a veces les cuesta expresar cómo se sienten, les cuesta hacer amistades y tienen dificultades en sus habilidades sociales bien por retraimiento o bien porque someten al que está a su lado para conseguir lo que quieren.

Os mostramos algunas estrategias para trabajar con ellos en casa, para prevenir posibles conflictos, aunque de antemano os decimos que la educación emocional tiene que empezar desde que son muy pequeños para que puedan poner todo lo que saben en marcha en el momento que llegan estas etapas.

-Ante ataques de ira: estrategia de diálogo interno y relajación para poder pensar de manera más constructiva.

-Fomentar el pensamiento positivo evitando el sesgo negativo, ven siempre el vaso medio vacío.

-Fomentar el desarrollo de la empatía sirviéndoles nosotros mismos de modelo. Que sientan que os ponéis en su lugar y tratáis de entenderles. Eso favorecerá que lo repitan en su grupo de iguales

-Fomentar sus habilidades sociales, ofreciéndoles a lo largo de su desarrollo oportunidades para formar grupos de iguales e insistir en la comunicación como forma de solución de conflictos.

Vosotros los educadores sois los modelos a seguir, repetirán vuestras conductas, vuestras reacciones y vuestra manera de actuar, por lo que os recomiendo que uséis esta herramienta del aprendizaje por observación para educar emocionalmente a vuestros hijos e hijas.

 

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